La soledad no deseada es una situación en crecimiento a la sociedad que el impacto de la pandemia sanitaria puede haber intensificado todavía más por la afectación a las relaciones sociales y por el aumento de defunciones entre la gente más mayor, uno de los colectivos más vulnerables ante este problema social. Pero la soledad puede afectar a las personas en cualquier momento desde la niñez o la adolescencia teniendo efectos negativos a corto o largo plazo.
Por eso, el Ayuntamiento inició el 2020 el diseño del primer Plan Local de Soledad, que se encuentra ahora en la fase de diagnóstico, para evaluar el alcance del problema en Viladecans, los factores de riesgo y las posibles consecuencias. A partir de aquí se plantearán acciones para ayudar a hacer frente al problema de manera individual y comunitaria. El objetivo es poder empezar a aplicar las primeras medidas antes de que acabe en 2021 y es por eso que la estrategia se ha incorporado al Plan de Reactivación Local como una acción que puede ayudar a las personas que han perdido algún familiar por la COVID.
Inclusivo desde su diagnóstico
En la diagnosis de la estrategia, elaborada por la cooperativa Siena, están colaborando cuatro alumnos de cuarto de ESO del Institut Miramar. Así, desarrollan la actividad curricular obligatoria de Servicio Comunitario, que busca que la juventud participe de acciones de compromiso social. A lo largo de diciembre, los y las estudiantes realizaron una encuesta telefónica a personas usuarias del servicio de teleasistencia, para recoger sus opiniones para el estudio, puesto que buena parte de ellas viven suelas.
Si ya antes de la irrupción de la COVID en uno de cada diez hogares de la provincia vivía una persona mayor de 65 años sola, la pandemia puede haber ampliado todavía más este número, haciendo más necesaria una estrategia para que nadie se llegue a sentirse solo y esto afecte negativamente a su salud.
