Las escuelas rurales por sus características son consideradas las escuelas idóneas para ser feliz. La escuela rural agrupa alumnos de diferentes edades y por tanto respeta los diferentes ritmos de los alumnos y trabaja de forma cooperativa.
Entre sus características destacan: El uso de diversas metodologías de aprendizaje, evaluación formativa y desde las artes, otra forma de estructurar el tiempo y los espacios, gran implicación del profesorado y las familias, etc.