Una aportación de arena en la playa de la Pineda limita su uso ciudadano durante dos semanas

Todos los servicios se mantienen

La recuperación de la playa del efecto de los últimos temporales sobre la arena, que han afectado más que nunca al arenal de la Pineda, comportarán a partir del miércoles 10 de julio unos trabajos de aportación y distribución de arena que restringirán el acceso ciudadano aparte del litoral a lo largo de dos semanas.   

Los trabajos las realiza el Ministerio para la Transición Ecológica  y se desarrollan en más de la mitad del tramo de playa con servicios: más de 400 metros de frente litoral desde el chiringuito en dirección a El Prat. Los días 11 y 12 de julio también habrá un espacio restringido en la playa de la Murtra, junto al espigón, por los trabajos de montaje de la maquinaria de trabajo.

Un barco llevará 30.000 metros cúbicos de arena dragados a la bocana de Port Ginesta, en Sitges. A través de un tubo, la arena se traslada desde la draga a la playa, donde varias máquinas la reparten para recuperar el buen estado y la amplitud del arenal. El acceso al espacio de actuación quedará restringido y, además, estará prohibido bañarse en el mar frente a los espacios cerrados.

Los trabajos, que se hacen por tramos para generar la menor molestia posible a las personas usuarias, empiezan junto al chiringuito e irán avanzando en dirección hacia el Prat. Está previsto que la acción concluya el 28 de julio, si las condiciones del mar no obligan a retrasarla.

Los servicios públicos –como el lugar de socorro, los lavabos o la guingueta-bar– no sufrirán afectaciones. El personal de salvamento y socorrismo adaptará su tarea a los tramos que resten abiertos en cada momento. Estará prohibido bañarse en el mar delante de los espacios cerrados por los trabajos.

estat de la platja al maig

Un 24 % de superficie perdida en el último año

Es la primera vez que el Ministerio, para la Transición Ecológica, aporta arena en la playa de Viladecans. Esta acción ya se ha ido haciendo en otros municipios metropolitanos para restaurar el estado de los arenales ante el impacto de los temporales, cada vez más intensos, frecuentes y largos como resultado del cambio climático y de las modificaciones humanas de la línea de la costa.  

La actuación es una reivindicación del Ayuntamiento, al ser una de las playas con servicios y de más uso público, a pesar de que también se ha pedido conjuntamente con otros municipios y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) encontrar una solución permanente en el problema de la regresión del litoral metropolitano con un plan de estabilización. Según un estudio presentado por el AMB en junio, las playas vigiladas de Viladecans han perdido solo en el último año un 24% de su superficie. Esto se suma a las pérdidas de años anteriores, que el Ayuntamiento calculaba en un tercio en la última década.

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