Empieza la temporada de playa

Se acerca el verano y la playa se abre hueco en más agendas. Para favorecer la mejor experiencia, los servicios municipales arrancan este año antes que nunca: el 7 de junio. Desde esta fecha se despliega el equipo de salvamento y socorrismo todos los días de 10 a 19 horas, hasta el 1 de septiembre. La zona vigilada está delimitada con boyas amarillas en el mar y el personal realiza también una labor de información preventiva, facilita el baño accesible y mantiene actualizados los datos del estado del mar (bandera, oleaje, calidad del agua o presencia de medusas), que se pueden consultar en la app de ciudad Viladecans&Tú.

También el 7 de junio echa a rodar el autobús local a la playa, el Vilabús 4 (VB4). Mantendrá los horarios habituales en los últimos años (un servicio por hora y sentido durante gran parte del día) y también la gratuidad los fines de semana. De esta manera, el Ayuntamiento busca favorecer el acceso en transporte público a la playa los días con mayor afluencia, cuando el aparcamiento de vehículos se suele llenar pronto. El estacionamiento regulado, en marcha todos los días del 1 de junio al 22 de septiembre, empieza a desplegar este verano parquímetros para agilizar el acceso y el pago, aunque la implantación definitiva será en 2025 cuando llegue la fibra óptica hasta ese espacio.

Para los vehículos residentes se mantiene una tarifa superreducida por acceso a este parking de la Murtra, al precio de un euro frente a los ocho de los vehículos foráneos. No obstante, para estos últimos este año se estrena una tarifa de tarde, con acceso desde las 16 horas, al precio de cuatro euros.  El otro estacionamiento en el litoral, el aparcamiento del Espacio Natural del Remolar-Filipines, se ha trasladado este año un poco más cerca del camino de acceso. Aún así, debe recorrerse casi un quilómetro y medio para llegar a la playa. Esa zona del litoral no cuenta con servicios públicos ni personal de socorrismo. Además, la playa del Remolar, situada en un espacio protegido, está cerrada al uso hasta el 31 de julio por la nidificación de aves, por lo que hasta entonces sólo se puede acceder a la playa de Cal Francès.

Como en el año pasado, las duchas estarán cerradas por la sequía. 

Civismo por el bien común

El litoral local tiene un gran valor ambiental que es imprescindible cuidar entre todas y todos. En especial la vegetación de los sistemas dunares, vitales para minimizar el retroceso de la playa que se está produciendo por el cambio climático y los temporales. Por eso, estos espacios están delimitados con cuerdas y no se debe acceder a ellos para no alterarlos. Por cuestión de salubridad, está prohibido el acceso de perros a todas las playas a cualquier hora del día hasta el mes de octubre y, por seguridad, tampoco se puede pescar desde la arena, sino sólo desde el espigón y exclusivamente de ocho de la tarde a ocho de la mañana.

Todos estos comportamientos son sancionables por la Policía Local, que mantiene un dispositivo permanente durante el verano en la playa para garantizar el civismo y la seguridad.