Enemigos naturales al cuidado de los árboles

La lucha contra la cochinilla algodonosa

La ciudad es un entorno en el que, los árboles, no siempre lo tienen fácil. El espacio limitado, la contaminación y los daños provocados por personas o vehículos, influyen en ello, pero también el frágil equilibrio natural, que facilita que haya más plagas que en un bosque. 

Para acabar con algunas de estas plagas, el Ayuntamiento empieza a usar el control biológico: insectos que depredan a otros que hacen daño. Y es que los bichos, en ocasiones, son buenos. De esta manera, los servicios municipales de jardinería, intentando imitar lo que ocurre en los bosques, se aprovechan de estos enemigos naturales cuando las plagas son difíciles de controlar con los productos fitosanitarios autorizados o cuando estos pueden generar un efecto rebote porque acaban eliminando al depredador natural. 

TRES CONJUNTOS DE ÁRBOLES

Los insectos introducidos sólo se comen a unos insectos concretos (de ahí que se les llame enemigos naturales) y no molestan a personas ni animales domésticos. 

La última acción del Ayuntamiento ha sido la introducción, esta primavera, de 5.500 'enemigos' de la cochinilla algodonosa en árboles en tres puntos de la ciudad: en las albicias de la avenida de la Roureda y las parkinsonias de la avenida del Segle XXI. 

Las larvas de las mariquitas Criptolaemus y de los heteróptedos Anthocoris colocadas ya aparecían naturalmente cuando el nivel de plaga se disparaba, pero era tarde para controlar las molestias o los daños vitales que pudiera sufrir el ejemplar. 

LUCHA INTEGRADA

Estas acciones forman parte de una lucha integrada contra las plagas, que tienen como último recurso el tratamiento fitosanitario, apostando por la elección de especies a plantar resistentes o un buen uso de la poda, el riego o el abono para disminuir los riesgos de ataques. Porque, en los jardines urbanos, detrás de cada planta hay un gran trabajo de cuidado. 

OTROS EJEMPLOS

Procesionaria del pino

En los últimos años, durante el otoño, se está llevando a cabo un control biológico de la procesionaria del pino en los parques y jardines públicos a través de un bacilo que ataca a las orugas para que se interrumpa su desarrollo antes del estado final. 

Pulgón

Desde hace un par de años, se han evitado tratamientos fitosanitarios contra el pulgón en arbustos y plantas, entre otros sitios, en la plaza de Saint Herblain, creando reservorios de mariquitas en parterres cubiertos de hiedra donde pueden cobijarse. 

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