Buen año ornitológico en los espacios naturales del Delta

En medio de una ruta migratoria entre el norte de Europa y África, los espacios naturales del Delta de Llobregat - con espacio natural del Remolar- Filipones como uno de los exponentes-, son un espacio privilegiado para ver entre el otoño y la primavera gran diversidad de aves, tanto de paso como de estancia o, incluso, nidifican. 

El 2017 no decepcionó y se observaron, por primera vez, una cerceta americana, en enero, y el archibebe fino, el vencejo y el gorrión moruno, en mayo. Justo en ese mes, se reproducia por primera vez en la Península Ibérica una pareja de corneja gris ,un hecho que provocó el interés del mundo ornitólogo de más allá de Cataluña por su relevancia. 

 

Rarezas y viejos conocidos

En el Delta, se observan muchas decenas de especies diferentes cada año, pero algunas son consideradas rarezas. La propia corneja gris, pero también la barnacla cariblanca, el porrón osculado y la gaviota del Caspio son los que se vieron en 2017.   

También hubo otras presencias muy interesantes como un conjunto de unas 2000 pardelas cenicientas o otro de  400 de morito común, así como una águila perdicera, un mosquitero ibérico, cinco halcones de la reina o patos mandarinos. 

 

 

 

Entre las especies que nidifican,  los más activos en la reproducción, como siempre,han sido los piernas largas, protegidos por los pastores eléctricos que evitan la depredación de jabalíes.

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