Cerca de trescientos trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento ya han cambiado sus hábitos hacia la gestión de los residuos. En seis edificios municipales, se han retirado centenares de papeleras individuales bajo los escritorios y se han implantado unos puntos de recogida de reciclaje fijos, los cuales, a partir de ahora, permitirán, aparte de la segregación del papel ya instaurada, también la separación de los desechos, los envases y la orgánica dentro de las dependencias del consistorio. El objetivo es que el personal municipal haga una mejor gestión de los residuos que genera y, en el proceso, conseguir una administración pública más comprometida, responsable y coherente con los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas y la Agenda Urbana de la Viladecans 2030.
Un cambio progresivo
Esta acción se enmarca dentro del Proyecto Ecohàbits, iniciado el pasado 2022 con una prueba piloto a las oficinas de Espacio Público (carretera de la Vila, número 15). Desde entonces, se ha ido desplegando de forma progresiva otras seis dependencias municipales: las de Can Modolell, la Torre-roja, la Torre del Baró, la calle de les Sitges, la masía de Can Palmer y Viladecans Informació. Después del verano, se irán sumando más edificios hasta finales de año.
El despliegue del proyecto Ecohàbits marca así un paso muy importante en la transición del Ayuntamiento hacia una administración pública más sostenible, integrándola como agente activo en la respuesta contra la crisis climática.
Un incentivo al reciclaje
La colocación de estos puntos de recogida selectiva, a la vez, busca instaurar un ejemplo de reciclaje entre la ciudadanía, apuntando al cambio en los hábitos individuales y cotidianos para luchar contra la urgencia climática. A fecha de hoy, Viladecans es uno de los municipios que peor recicla en el Área Metropolitana de Barcelona (36,67 %), muy por debajo de los mínimos exigidos por Europa (65 %) de cara a 2035. De aquí que doblar los índices de reciclaje sea una prioridad para la administración local, una urgencia que ya se ha traducido en el nuevo contrato de limpieza de residuos que ya se encuentra en proceso de licitación. En los años que permanecerá vigente, este, además, irá introduciendo modificaciones para llegar más rápidamente a los objetivos europeos.
