Nunca antes se había confirmado la reproducción en Viladecans de una de las especies de tortuga marina más grandes, la tortuga boba (Caretta caretta), como pasó el 14 de agosto en la playa de Cal Francés. El aviso de un bañista, después de ver tres tortugas acabadas de nacer, permitió encontrar un nido con 103 huevos, en la línea con las postas de este reptil marino. De los huevos encontrados, 45 todavía estaban sin abrir. Durante las horas siguientes, hasta 32 crías fueron saliendo y adentrándose en el agua del mar, pero otros trece se tuvieron que trasladar a incubadoras artificiales del Centro de Recuperación de Animales Marinos (CRAM), en el Prat de Llobregat. Tan solo cuatro días después, ya preparadas para seguir la vida autónoma, se liberaron en la misma playa viladecanenca.
Solo en tres ocasiones en la última década se ha tenido confirmación de la reproducción de la tortuga boba en playas del Baix Llobregat. Este verano, pero, está siendo una situación más común de lo habitual en el litoral catalán, puesto que se han detectado hasta la fecha diez nidos en playas catalanas. Hasta ahora, el máximo habían sido cinco nidos en 2021. El año pasado no se encontró ninguno.
Temporada de nidificación
El verano es temporada de nidificación de tortugas marinas, y la más común en el litoral catalán es la tortuga boba, puesto que, en los últimos años, se ha detectado la presencia de estos animales en las costas catalanas mientras intentan completar su reproducción. Se trata de una especie amenazada y catalogada en el mundo como vulnerable, por este motivo, si se localiza una tortuga marina, crías, un nido o su rastro, se tiene que avisar al 112 y alertar de la presencia de estos animales. También es importante no molestarlas, es decir, no se tienen que tocar, ni tomar fotografías con flash o situarse en el campo de visión de la tortuga. De hecho, molestar a las tortugas en el momento de la reproducción es un delito.
LA GARCILLA CANGREJERA, OTRO CASO PIONERO ESTE VERANO
La naturaleza todavía ofrece situaciones inéditas en los espacios protegidos litorales de Viladecans, y este verano lo ha hecho por partida doble. Solo hace un par de meses se confirmaba por primera vez la reproducción en Viladecans de una garcilla cangrejera, en el Espacio Natural del Remolar Filipinas. Se trata de una ave migradora de medida mediana escasa en Cataluña (excepto en el delta del Ebro), que ha sido vista aquí otras veces, pero nunca se había encontrado ningún nido suyo. El pájaro nació en una colonia mixta con "bernats pescaires", que sí que son habituales nidificantes en el Remolar-Filipinas. Así, cinco de las ocho especies con presencia regular en Cataluña de la familia de aves de los ardeids ya han encontrado un espacio de reproducción en los Espacios Naturales del Delta del Llobregat.
