El plan Escuelas #JoAprofito guía a las escuelas Montserratina y Marta Mata a aprovechar más del 90% de la comida en el servicio del mediodía.
Desde la cocina a la mesa, toda acción para prevenir que los alimentos acaben en la basura tiene su impacto. Así lo han comprobado ambas escuelas, que han puesto el foco en pequeñas acciones para contribuir a evitar el desperdicio alimentario. Se trata de una iniciativa del Pacte Viladecans pel Clima iniciada el curso pasado con el apoyo del Ayuntamiento y la entidad social Espigoladors, especializada en aprovechamiento alimentario.
Desde planificar la cantidad de las comidas en función del interés de los comensales en hacer consciente al alumnado de que es mejor pedir para repetir que acabar tirando un alimento porque ya estás saciado. Todo suma, o en este caso, resta del derroche.
La concienciación se extiende entre todos los agentes implicados de la cocina en la mesa.
MÁS DE UN TERCIO DE REDUCCIÓN
En los comedores escolares de Cataluña se desperdician más de mil toneladas anuales de alimentos. Los primeros resultados de la experiencia, con unos 250 comensales en total, han conseguido reducir entre un tercio y la mitad de los alimentos que se tiraban, que son entre tres y siete kilos por día y centro.
El Pacte Viladecans pel Clima trabaja en impulsar iniciativas para reducir el derroche y, así, contribuir desde el día a día de todos a actuar ante la emergencia climática. Planificar comidas y compras, conservar bien los alimentos o reaprovechar restos para hacer otros platos, son algunas medidas para hacer realidad ese dicho de siempre que “la comida no se tira”.
